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ANEF rechaza ratificación del Acuerdo de Asociación Transpacífico TPP-11

ANEF rechaza ratificación del Acuerdo de Asociación Transpacífico TPP-11
La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de Chile (ANEF) rechazó el apresuramiento por ratificar el TPP-11 y consideró los impactos que tendrá el mismo, desde una perspectiva política nacional, en este marco de proceso Constituyente que atraviesa el país. «Es inoportuno colocar en la agenda legislativa un tratado que no representa las actuales prioridades de la ciudadanía, que clama por mayor justicia social», expresó el Directorio Nacional de la organización.

«Desde nuestro rol socio-político, no podemos silenciar nuestra opinión y asumimos activar las alertas, en conjunto con los movimientos sociales y sindicales, en los riesgos que implica una ratificación apresurada, donde el Estado sufrirá los impactos de mantener atado el desarrollo de políticas innovadoras, afectando la autodeterminación y la soberanía de nuestro pueblo», expresa el comunicado de la ANEF, organización que integra la CLATE.

Y agrega: «Un debate legislativo sólo desprotege la democracia y profundiza, aún más, las políticas públicas económicas, a la orientación del mercado internacional, que limitará las regulaciones que protejan los intereses del Estado y la ciudadanía frente a los grandes consorcios internacionales; como el área de la energía, agricultura, los servicios básicos y la previsión social, así como los derechos laborales y sindicales».

En sus consideraciones, el Directorio Nacional de la ANEF recuerda también que el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, TPP-11 incluye cláusulas que limitarán el poder del Estado chileno: «se ve impedido de otorgar beneficios a los productos manufacturados por sobre la exportación de materias primas; en la inmunidad de las corporaciones internacionales frente al derecho interno, delegando la jurisdicción en la controversia de los contratos a tribunales de comercio internacionales, que históricamente tienden a favorecer a las grandes corporaciones frente a los Estados de los países en desarrollo. Por otra parte, prohíbe expresamente las expropiaciones directas o indirectas».

Y agrega: «Esto determina que el Estado, para modificar las condiciones imperantes en el ámbito de las contrataciones internacionales, estará obligado a someterse a la jurisdicción comercial internacional. Además, se verá impedido de modificar las condiciones de administración de los fondos de pensiones, modificar la condición privada de los recursos hídricos (Agua); no podrá aplicar políticas impositivas que favorezcan los términos de intercambio de nuestro país».

Finalmente, la ANEF reconoce que «no cabe duda de que este es el propósito del Gobierno para propender a una suscripción del TPP-11, es precisamente impedir que, a través de un cambio constitucional, se favorezca a un Estado más “proteccionista”, sin embargo, la moneda de cambio es la protección e inmunidad de las sociedades y corporaciones, que actualmente son las dueñas de los grandes capitales en Chile».

Y concluye: «Hacemos un llamado a los/as parlamentarios, a la ciudadanía, a los trabajadores y trabajadoras, al pueblo de Chile, a oponerse a la discusión y ratificación de este tratado, el que sólo obedece a las pretensiones del capital internacional».

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