20 de junio 2012
Leonardo Santillán (hermano de Darío) y Federico Orchani, vocero del Frente
Darío Santillán, fueron recibidos en la sede de la CTA Nacional por
Ricardo Peidro, secretario general adjunto, y Daniel Jorajuría,
secretario Gremial, para organizar juntos las acciones para repudiar el
traslado de Franchioti a una cárcel de régimen abierto.
A tal efecto se realizará una conferencia de prensa en Lima 609, sede
de la Central, a las 8 de la mañana del jueves 21 de junio con la
participación de autoridades del Frente y de la CTA junto a Alberto y
Leonardo Santillán (padre e hermano de Darío), Elia Espen, de Madres de
Plaza de Mayo-Línea Fundadora e integrante de la Mesa Nacional de la
Central, el escritor Vicente Zito Lema y familiares de Fuentealba, entre otros.
Tras la conferencia, se realizará una caravana hasta la localidad
bonaerense de Baradero donde se realizará un acto en la plaza central
para denunciar esta situación e informar a la población local la
posibilidad de que el asesino de los militantes sociales circule por las calles.
Ricardo Peidro manifestó a ACTA que «la situación de Franchiotti es
algo parecido a lo de Poblette caminando por las calles de Zapala, es un
gesto de impunidad, una ostentaciòn de impunidad que se une a la
criminalizaciòn de la protesta, la ley antiterrorista y la falta de
justicia en tantos casos de asesinatos de compañeros luchadores
sociales».
«La CTA no sólo participará de la conferencia de prensa sino tambien
de la caravana y las actividades que se realizen tanto en Baradero como
en la Estación Avellaneda y en el Puerte Pueyrredón al cumplirse 10 años
del crimen de los compañeros», concluyó Peidro.
La medida abre la puerta a la impunidad a pocos días del 26 de
junio, cuando se cumplen diez años de los asesinatos de nuestros
compañeros: se trata de una provocación reflexionó Federico Orchani,
vocero del Frente Popular Darío Santillán Todo esto se da en un
contexto en el que la represión se ejerce, como sucedió con las
protestas antimegaminería, y cuando existe un recrudecimiento de la
judicialización de la protesta. Ese es el marco, además, del cajoneo y
el archivo de la causa contra los funcionarios responsables de la
masacre del Puente Pueyrredón. Nuestro movimiento se pronuncia
enérgicamente contra el beneficio otorgado a Franchiotti, que abre las
puertas a la impunidad.
Historia
Desde el pasado jueves 14 de junio, el ex comisario Alfredo
Franchiotti goza de un régimen carcelario abierto y de reinserción
social, destinado a presos que estén cumpliendo la última etapa de su
condena y que hayan demostrado buena conducta. Franchiotti, condenado a
cadena perpetua, es el ejecutor de los asesinatos de Darío Santillán y
Maximiliano Kosteki en la Masacre del Puente Pueyrredón, ejecutada el
26 de junio de 2002, cuando el gobierno de Eduardo Duhalde organizó una
represión fulminante contra el movimiento piquetero que reclamaba por
sus derechos.
El ex comisario fue premiado, a una semana del décimo aniversario de
la represión que costó dos vidas y provocó centares de heridos, con el
traslado a la Unidad Penal Nº 11 de Baradero, una cárcel de régimen
abierto, última etapa que gozan ciertos reclusos antes de regresar a la
libertad.
El beneficio fue otorgado por el Tribunal Nº 7 de Lomas de Zamora. A
la vez, el juez Ariel Lijo archivó la causa que investiga las
responsabilidades políticas de los funcionarios del gobierno de aquella
época. Dos señales que, conocidas en vísperas del aniversario de la
masacre, provocan dudas y malestar entre los familiares y compañeros de
las víctimas.