La paralización fue secundada por 16 de los 35 sindicatos que integran la
Federación Nacional de los Trabajadores de la Empresa de Correos y
Telégrafos (Fentect), informaron a Efe fuentes de la central sindical.
Los trabajadores en otros cinco estados podrán adherir a la huelga hasta el próximo martes, para cuando están previstas las asambleas regionales,
según las mismas fuentes.
Entre los estados en que los carteros cruzaron los brazos figuran Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, en esa orden los más poblados de Brasil.
Los empleados de la estatal que tiene el monopolio sobre los correos en Brasil reivindican un reajuste salarial del 43,7 por ciento, un bono mensual de 200 reales
(unos 100 dólares), el aumento de la ayuda para la alimentación y la
contratación inmediata de 30.000 trabajadores que supuestamente le hacen falta a la empresa para garantizar sus funciones.
La empresa ofreció en la mesa de negociaciones del nuevo acuerdo colectivo un reajuste salarial del 5,2 por ciento, que corresponde a la inflación de los últimos doce meses, para sus 120.000 empleados.
La estatal alegó en un comunicado que, además de ofrecer ayuda para el mercado y
asistencia médica a todos sus empleados y familiares, les concedió en
los últimos nueve años un reajuste salarial del 138 por ciento, lo que
corresponde a un aumento real del 35 por ciento descartada la inflación.
Según la empresa, las reivindicaciones de los sindicatos, en caso de ser
atendidas, tendían un costo tan sólo este año de 25.000 millones de
reales (unos 12.500 millones de dólares), por encima de los ingresos
previstos por la empresa en 2012 de 15.000 millones de reales (unos
7.500 millones de dólares).
Como las negociaciones entre la empresa y los sindicatos fueron interrumpidas por la huelga, el Tribunal Superior de Trabajo (TST) convocó para este mismo miércoles una
audiencia de conciliación para intentar acercar las partes.
La Empresa de Correos informó igualmente de que puso en operación un plan
de contingencia para garantizar sus servicios a la población durante la
paralización.
Dicho plan prevé el uso de los empleados de las
áreas administrativas como carteros, la contratación de trabajadores
temporales y el pago de horas extras a quienes acepten ampliar sus
horarios de trabajo y entregar encomiendas en los finales de semana.
La huelga en la empresa de correos se produjo un día después de que los
empleados de los bancos en todo Brasil anunciaran igualmente una
paralización por tiempo indeterminado por mejores salarios.
En el primer día de huelga dejaron de funcionar cerca del 25 por ciento de las 18.000 agencias bancarias del país, según los cálculos de los
sindicalistas. EFE