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56 aniversario

"Mi trabajo son tus derechos"

Carlos Custer: «Estos 47 años encuentran a una CLATE con mucha presencia».

Hace 47 años, el 25 de febrero de 1967,  en la localidad argentina de Chapadmalal comenzaba una historia que hoy se ha convertido en referencia gremial en todo el continente. Un grupo de dirigentes estatales de Latinoamérica echaban a rodar la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE).
Para hablar de aquella patriada y de lo que significa la CLATE en la coyuntura actual, dialogamos con Carlos Custer, dirigente histórico de ATE y la CTA.

¿Cómo se dio el proceso de fundación de la CLATE?

En ese tiempo yo militaba en UPCN, donde era Secretario Nacional de Organización y estaba junto con Amancio Pafundi, que era el secretario gremial y juntos estuvimos en el lanzamiento de la CGT de los Argentinos y previamente en la fundación de CLATE. UPCN había invitado a los compañeros de COFE de Uruguay, a los Servidores Públicos de Brasil y a la ANEF de Chile, con quienes habíamos tenido reuniones previas. En 1965, con Pafundi habíamos viajado a Chile para reunirnos con ANEF. Luego vinieron los chilenos aquí y resolvimos hacer el Congreso en Argentina en 1966, pero lamentablemente se produce el golpe militar de Juan Carlos Onganía y entonces se plantea suspenderlo. De todos modos había voluntad de hacerlo y tanto los compañeros chilenos como los uruguayos proponen realizarlo en Montevideo. De ahí mi amistad tan grande con el referente histórico de la COFE, Luis Iguini. Pero finalmente lo postergamos para el 67.
Allí es cuando Saturnino Soto, máximo dirigente de UPCN sugiere que mejor que hacerlo en Buenos Aires, donde en plena dictadura quedábamos muy expuestos, lo podríamos hacer en Chapadmalal. Y alli marchamos. Fuimos en un micro viejo, de esos que usaban frenos de aire, todos para Mar del Plata, y de ahí a la Colonia Chapadmalal, que en esa época estaba medio abandonada. En ese clima externo no muy favorable, por la dictadura, hicimos el Congreso.
Hasta ahí llegamos nosotros por Argentina, por Brasil vino Bisnair Mariani, que era del Partido Comunista, los compañeros de COFE de Uruguay, que se repartían entre el PC y el Partido Socialista. Por Chile vino Héctor Santibañez, del PC y Bayardo Arce, radical de izquierda. En esa ocasión Tucapel Jiménez, dirigente histórico de la ANEF no vino.
De la redacción del  Preámbulo y la Declaración de Principios del Congreso, nos encargamos Luis Iguini, el vicepresidente de la ANEF, Héctor Santibañez y yo. Tucapel Jiménez, histórico de la ANEF no vino en esa ocasión.
Los puntos básicos de ese Congreso fundacional fueron: 1) La defensa de los derechos de los trabajadores del Estado, 2)La reforma y fortalecimiento del Estado,como el organismo natural de un proceso democrático, para articular la justicia social, 3) la unidad e integración latinoamericana.
Es decir, como primer punto, una razón corporativa sindical, que ahí cabía todo lo que tuviera que ver con estabilidad del empleo, la carrera administrativa (que hoy sigue siendo una reivindicación), que el Estado no sea una bolsa de desocupación y amiguismo, la jerarquización de lo que nosotros llamamos la «función pública». Y algo muy importante, la libertad sindica, ya que la mitad de los países tenían prohibida la agremiación.
En segunda instancia, estaba lo de fortalecer al estado, no porque éramos estatistas sino porque sosteníamos que el Estado era el único que articula el bien común.
En realidad eran las reivindicaciones históricas, la idea del Estado fuerte, democrático, eficiente, participativo, y la integración latinoamericana.  
También se incluyó en la declaración final una condena a los procesos dictatoriales y que atentan contra las reivindicaciones democrática. Condena edulcorada pero clara en su contenido de protesta.

Posteriormente, tanto Pafundi, Eduardo Estévez y yo nos vamos de UPCN a ATE y el gremio se incorpora con mucha fuerza a la CLATE. Recordemos que varios dirigentes de ATE, como Victor de Genaro primero, luego Juan González, posteriormente Pablo Michelli y ahora Julio Fuentes, todos de ATE, ocuparon el cargo de presidentes de la Confederación.
En 1984, nosotros desde la agrupación ANUSATE recuperamos el gremio y en marzo  vamos a Brasil, a una reunión de CLATE. Cuando UPCN ve el predominio que teníamos nosotros como ATE, deciden dejar de participar, cosa que concretan, con discreción en 1985.

-47 años después, cómo ve el desarrollo y la presencia sindical de la CLATE?
-CLATE nación en la época de la «guerra fría» , pero desde el principio nutrió sus filas con gente de pensamiento marxista, socialcristianos ligados a la CLAT, peronistas y otras corrientes de lucha. En un momento se creó una Comisión Latinoamericana de Servidores Públicos (CLASEP), no para competir sino para ayudar a la CLATE y ese objetivo lo cumplió durante muchos años.
De hecho, la CLATE corporizó una experiencia de unidad sindical muy importante. Los tres grandes sectores, socialdemócratas, los comunistas, los cristianos venidos de la CLAT y los independientes, autónomos (que es el caso del peronismo) se incorporan a la Confederación y muestran un ejemplo unitario muy valorado en todos los primeros años. Hoy eso se ha cristalizado positivamente, ya que si bien la CLAT dejó de existir, toda la CLASEP se incorporó a la CLATE . Por otro lado las tensiones que supo haber con la Internacional de Servidores Públicos (ISP) fueron disminuyendo y ahora hay excelentes relaciones de colaboración. Están también los sindicatos de Cuba que se han incorporado, lo que muestra un arco muy importante de tendencias.
Creo que la CLATE hoy tiene un potencial enorme, que la bandera por la que lucha es la defensa del Estado. Yo creo que si no hay un Estado eficiente, siempre se usa esa instancia para denigrar lo colectivo. Nosotros tenemos que seguir peleando por un estado jerarquizado, con carrera administrativa, con formación de los funcionarios.
Es esencial también que la CLATE siga defendiendo la libertad y la autonomía sindical, además de la unidad en la diversidad.
Tengo mucha esperanza en la CLATE, y al fin de mi vida, creo con mucha modestia, que es una de las cosas buenas que yo he podido aportar. Estos 47 años encuentran a una CLATE con mucha presencia. Ahora mismo, la CLATE es invitada a la OIT y seguramente hará un papel muy destacado.

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