Estamos aquí en solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de la República de Panamá y para repudiar al gobierno de Martinelli que reprime y
judicializa a dirigentes sindicales de las distintas centrales de ese
país y asesina manifestantes como ocurrió hace poco en la localidad de
Colón donde la comunidad se oponía a la venta de tierras en la zona
franca arrancó Adolfo Fito Aguirre, secretario de Relaciones
Internacionales de la CTA frente a las puertas del edificio de una
embajada panameña rodeada de policías.
Junto a él se encontraban el diputado Claudio Lozano, los dirigentes de la
Central, Ricardo Peidro, Daniel Jorajuría, Guillermo Pacagnini, Julio
Ortellado, Hugo Godoy, Carlos Custer y Julio Macera junto a militantes
de ATE y la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales
(CLATE), visitadores médicos y partidarios del MST y Proyecto Sur.
La CTA, junto a distintas centrales sindicales de varios países cumplimos
hoy esta jornada de solidaridad entregando una carta donde le decimos a
las autoridades políticas panameñas que cesen con la persecución y la
represión y que el movimiento sindical internacional está dispuesto a
marchar las veces que sea necesario a las puertas de la embajadas. Ya
fuimos a reclamar a la sede de la Unión Europea hace días contra el
Ajuste Global y lo haremos en febrero por la reforma laboral en México.
Porque, como decimos siempre, donde tocan a uno, nos tocan a todos
finalizó Aguirre.
Por su parte, el diputado Claudio Lozano enmarcó lo que sucede en Panamá
con lo que pasa en toda la región: Este es un ejemplo más de cómo los
negocios inmobiliarios por un lado y la minería a cielo abierto por
otro, producen situaciones de desplazamiento de la población campesina y de los pueblos originarios. Y además, en aquellos casos donde las
centrales de trabajadores se muestran solidarias con los movimientos
sociales, se ponen en marcha procesos de represión política y
persecución judicial. Eso sucede en Panamá con los desalojos represivos
en Colon que ocasionaron varios muertos. Este es un tema que se ha
generalizado en la región con la ocupación de las tierras ya sea por la
expansión de la soja, por el negocio inmobiliario, por la minería o los
hidrocarburos y la consiguiente expulsión de los habitantes de esas
tierras mediante fenómenos represivos muy importantes.
El diputado y presidente del bloque de Unidad Popular relacionó la
represión en Panamá con la persecución a los Qom: Hoy mismo, en nuestro país tenemos una manifestación de eso porque en Formosa acaban de
reprimir a sectores de la comunidad Qom que vienen siendo castigados por el gobierno provincial desde hace tiempo. Una camioneta de la
gendarmería arrolló a un matrimonio y murieron una anciana y una beba y
hay otra persona internada en grave estado. Por eso hacemos llegar
nuestro repudio y nuestra solidaridad a los hermanos de la comunidad y a Felix Díaz.
El caso panameño
En octubre, el congreso panameño aprobó la Ley 72 por la cual se permite
la venta de las tierras de la zona franca de Colón. A partir de ahí, los habitantes de la zona, organizaciones sociales y sindicales,
rápidamente reaccionaron con manifestaciones para resistir la venta de
sus tierras pero fueron fuertemente reprimidos. El conflicto se
nacionalizó y una nueva marcha fue reprimida con un saldo de 4 muertos.
Tambien fueron llevados a juicio 9 dirigentes sindicales, perseguidos con
cargos falsos desde 2010, y cuyos casos se reabrieron en 2011, luego de
que Panamá fuera incluido en la lista de los 25 países violadores de los derechos laborales de OIT. El hostigamiento que empeoró luego del
rechazo a la presencia en la Conferencia anual de 2012 de OIT del
presidente de Panama, Martinelli.
La Confederación Sindical de las Américas (CSA) se comprometió junto a sus centrales afiliadas a continuar ejercitando la solidaridad activa, para que impedir el avance antidemocrático en la región. La CTA se sumó a
dicha solidaridad activa.
* Equipo de Comunicación de la CTA
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