57 aniversario

"Mi trabajo son tus derechos"

Julio Fuentes: «Nuestra lucha debe ser nacionalizada»

«Compañeras, compañeros, en primer lugar quiero darles
una bienvenida emocionado a este Plenario. Porque los que aquí estamos
presentes sabemos que este Plenario es un proceso que hoy culmina pero que
empezó hace varios meses atrás. Con tareas que fuimos haciendo región por
región, en cada una de las provincias, juntando a los compañeros delegados.
Cada Seccional y cada Consejo Directivo juntando a los delegados de sus
jurisdicciones, para ir llegando hasta el día de hoy».

 

«Es importante hacer un reconocimiento: Me decía una
compañera delegada de una municipalidad, cuando entraba, que estaba muy
contenta porque había tenido una gran angustia los días previos por no poder
venir por no tener dónde dejar a sus hijos. Nosotros sabemos que es así.
Todavía es así. Hay que dar esa gran batalla cultural para que haya igualdad y
para que no sólo nuestras compañeras sean las responsables de nuestros hijos.
Pero sabemos que hoy muchas han tenido que hacer esfuerzos tremendos para estar
acá. Esfuerzo de dejar a sus hijos para poder participar de esta actividad. Esa
también debe ser una lucha de nuestra organización por la igualdad. Para que
cada día seamos un poco más iguales hombres y mujeres».

 

«Hoy es un día muy especial, y realmente fue muy
emocionante escucharlo a Víctor -De Gennaro-, protagonista de esa hazaña que
fue recuperar el sindicato. Recuperaron una organización que había sido
desnaturalizada, ya que ATE, durante la Dictadura, vivió ese proceso, y lo último que le
puede pasar a una organización de trabajadores es ser colaboracionista, es ser
consentidora de un genocidio tan tremendo como ese que tuvo que pasar nuestro
pueblo».

 

«Ese ATE recuperado tenía una historia para atrás, pero
lo que se recuperaba no era la organización de la que hoy me toca ser
Secretario General, sino que se recuperaba un gremio que había sido diezmado,
que había sido desnaturalizado, desfinanciado. Y los compañeros hicieron lo más
grandioso, que fue animarse a crecer, a abrir las puertas. Pero a abrirlas en
serio, no a entornarla para ver quién entraba. No montaron guardia en esa
puerta, sino que la abrieron de par en par para que los trabajadores del Estado
pudiéramos ingresar».

 

«Para que ustedes dimensionen lo que significó: Ese
gremio de 42 mil afiliados que se recuperaba, a los siete años tenía 138 mil
afiliados. Eso es crecer en serio. Y pasó porque se abrieron y porque fueron
capaces de democratizar».

 

«Yo tengo el honor de haber pertenecido a un gremio
provincial. Como la mayoría de los que estamos acá, mi historia gremial no
comenzó con ATE. Venimos de otras experiencias, que fueron buenas y malas. Ni
todas malas, ni todas buenas. Nos permitieron llegar hasta acá. Yo pertenecí a
un gremio cuyo Secretario General se animó a convocarnos a una Asamblea
General, para decirnos que había que autodisolver el sindicato para pasarnos
todos a ATE. Basta de peleas provincia por provincia. Había que nacionalizar la
lucha. Necesitábamos un gremio grande, porque no sé en qué lugar intuíamos lo
que venía. Necesitábamos un gremio poderoso, y menos mal que lo hicimos, porque
ese sindicato de 138 mil afiliados, nacionalizado y con presencia en todo el
territorio nacional, fue el sindicato capaz de enfrentar la década de los 90.
Fue capaz de enfrentar esa noche tremenda que tuvimos que padecer los
trabajadores del Estado».

 

«Ahora nos toca a nosotros, compañeros. Ahora le toca a
éste, nuestro Consejo Directivo, preparar la casa, ordenarnos y organizarnos,
para recibir a los miles y miles de compañeros municipales. Ya estamos en más
de 800 municipios, pero sabemos que tenemos la posibilidad cierta, si creemos y
si nos fortalecemos, de ir a buscar al resto de los compañeros que faltan. A
contarles que a esta experiencia de ATE vale la pena vivirla. Esta experiencia
de un sindicato que tuvo la gran virtud de ser una unión porque necesitamos un
gremio grande. Porque la pelea provincia por provincia o pueblo por pueblo es
la pelea que quieren ellos. Es el ring al que ellos quieren hacerte subir.
Necesitamos un sindicato que nos nacionalice. Ahora, que nos nacionalice sin trabarnos
y sin romper la autonomía que necesitamos para poder desenvolvernos.
Nacionalización para ganar más fuerza, pero autonomía para tener la
independencia que nos da la posibilidad de desarrollarnos. Porque un gremio
nacional pero unificado y autoritario es un gremio con clientes o rehenes, no
con hombres y mujeres libres desarrollando e inventando todos los días para
construir poder».

 

«Ese es el sindicato en el cual hoy estamos. Un
sindicato que es una conducción imperfecta, y al que le falta muchísimo por
transitar. Tenemos montones de cuestiones por cambiar, por corregir, por
aprender a convivir en cada momento político y social que pase en nuestro país.
Tenemos que aprender a entender al otro compañero. Entender su realidad, su
geografía, su cultura. Claro que esta es una construcción imperfecta, pero
tiene la gran virtud de ser una organización con tradición, con fortaleza y con
unidad».

«Yo vine a ATE desde otro sindicato, y les puedo dar
garantías de que jamás nos llamaron del Consejo Directivo Nacional para
decirnos a los neuquinos si teníamos que parar, o si teníamos que arreglar,
sino que siempre nos llamaban para preguntar si necesitábamos una mano. Ese es
el sindicato que nosotros tenemos: El sindicato imperfecto que se construye y
se corrige todos los días, pero también el sindicato grande y leal. La casa
grande de los estatales. La organización grande de los estatales que, como bien
se dijo acá, no es cueva de traidores. Acá se pueden perder huelgas, acá se
puede empatar. Si nos toca perder perdemos, porque hay relaciones de fuerza, y
cuando salimos a pelear, en frente está el poder y los Gobiernos. Están los
intereses de los medios de comunicación, están los empresarios, entonces claro
que podemos perder. No las hemos ganado todas, sin lugar a dudas. Pero no la
vamos a perder porque cuatro o cinco vivos se apoderen de nuestro sindicato y
nos entreguen. Acá hay garantía de que eso no va a ocurrir. Ese es nuestro ATE:
Imperfecto pero leal».

 

«Tenemos un gran y tremendo desafío. Los que venimos de
los gremios provinciales no vinimos a ATE para seguir peleando de la misma
forma que la hacíamos en el gremio provincial, sino que lo hicimos para
nacionalizar nuestra lucha. Y lo hemos intentado y hemos hecho esfuerzo. Los
compañeros que vienen de las experiencias de los sindicatos municipales no
vienen a ATE sólo para cambiar de nombre y seguir peleando como si siguieran en
un sindicato municipal. Vinimos acá a nacionalizar. Este es el desafío y por
eso estamos hoy acá».

 

«Nosotros somos conscientes de que si dejamos que la
lucha de los trabajadores estatales sea provincia por provincia o pueblo por
pueblo, marchamos irremediablemente hacia el fracaso. Marchamos
irremediablemebte a la cancha, al ring, que nos prepara el poder, el Gobierno,
el neoliberalismo. Ellos nos quieren ver peleando municipio por municipio. Así,
la gran mayoría de nuestros pueblos estarán condenados a la pobreza, a la
miseria, a los bajos salarios, y a todas las formas de flexibilización que los
intendentes inventan. Son muy imaginativos para esas cosas».

 

«O sea que nuestra lucha debe ser nacionalizada. Ahora,
eso no sale naturalmente. Lo primero que sale es pelear pueblo por pueblo.
Tenemos que hacer un esfuerzo en nuestras cabezas para entender que el
compañero de la Ciudad
Autónoma
de Buenos Aires tiene que ver con el compañero de La Quiaca, con el de
Huinganco, con el de Plottier, con el de Caleta Olivia. Tenemos que comprender
que nuestro destino está atado».

 

«En el modelo de distribución de los recursos de la Argentina es en donde
está la trampa fundamental y el ajuste permanente. Esa bomba que nos instalaron
en los años 90 sigue existiendo hoy. No la han desarmado para nada. Ha habido
cambios y modificaciones, sin duda, en la última década, pero la matríz del
modelo neoliberal no ha sido modificada. Yo trato de explicarla como la
entiendo, de una manera sencilla: De cada peso que se recauda en la República Argentina,
el Estado Nacional se queda con 75 centavos. Las provincias, de cada peso se
quedan con 21 centavos. Y los municipios, de cada peso recaudado se quedan sólo
con 4 centavos. Esa es la madre del borrego. Es ahí donde nos condenan. Fíjense
cómo se distribuyen los empleados públicos: El Estado Nacional tiene que pagar,
a fin de mes, 360 mil salarios. Los gobernadores, que nada hacen para cambiar
esto, a fin de mes pagan los salarios de más de 2 millones de trabajadores. Y
en los municipios, donde los intendentes poco y nada hacen para modificar la
realidad, se pagan salarios de más de 1 millón de personas. Esa es la condena.
Ese es el ajuste permanente. Y esa es la razón de nuestra necesidad de unidad y
nacionalización de la lucha. Esto es lo que nos debe hacer entender que la
pelea no debe ser municipio por municipio».

 

«En las comisiones vamos a discutir a fondo sin nosotros
estamos convencidos de que hay que unir la pelea y si estamos dispuestos a
hacer un acuerdo solidario de trabajadores y un compromiso de hierro para que
cuando digamos “Vamos”, tengamos la certeza de que en cualquier municipio en
donde estén los de ATE se va a parar, se va a ir a la calle el mismo día y a la
misma hora para golpear todos juntos».

«Por eso es fundamental que nos conozcamos y que nos
veamos las caras. Lo más rico de este encuentro seguramente va a ser el debate,
pero también va a ser que nos conozcamos y nos mezclemos. Llevarnos números de
teléfono, direcciones de correo electrónico, y saber de mi compañero allá, en
la otra punta del país. Saber que va a estar comprometido a la hora de la
pelea. Ese es el objetivo: Nacionalizar y crecer. La cuestión de unirse tiene
que ser tema central en nuestro debate. Nosotros hemos querido mostrar, en este
plenario, cómo funciona y cómo debe ser el funcionamiento de una organización
que se disponga a luchar por los objetivos».

 

«Cuando uno dice Salario Mínimo, Vital y Móvil para
todos los municipales, no hablamos de una empresa chica. Gran parte de los
compañeros municipales está muy por debajo de ese salario. Esa no es una pelea
que se haga con un volantito o con un afiche, sino que es una pelea que se construye
con organización, con disciplina, con unidad, con debate, con resoluciones
tomadas luego de ser bien masticadas, discutidas y analizadas. Es por eso que a
este plenario lo preside el Consejo Directivo Nacional. Esta es nuestra
estructura de representación más alta dentro del sindicato, sumada a todos los
Secretarios Generales de las Seccionales que han venido y que están presentes.
Esos compañeros representan a 5.060 dirigentes elegidos por el voto directo y
secreto de los afiliados. Eso es la conducción del sindicato. Es la
organización y la estructura que va a tomar el mandato que este plenario va a
construir en cada una de las comisiones y luego en el Plenario General. No se
trata de un grupo aislado, sino que se trata de poner a todo el sindicato en el
proceso de nacionalización de nuestras peleas. El año que viene sin dudas vamos
a tener escenarios de confrontación. Si nosotros no tenemos una actitud de
ofensiva, vienen por nosotros compañeros. Ellos ya están hablando de volver a
instalar el ajuste. Nosotros tenemos que ser capaces de organizarnos y salir
para adelante todos juntos, a la misma vez, organizados y convencidos de la
batalla que tenemos que dar».

«Así que, compañeros, es una satisfacción tremenda que
hayamos logrado llegar hasta acá. El esfuerzo es muy grande. Yo quiero
agradecer a todos los trabajadores del Consejo Directivo Nacional de ATE que
nos han venido a dar una mano, a ayudar. A los compañeros que van a asegurar el
refrigerio que tengamos, el agua para el mate, o los bizcochitos durante los
debates. A los compañeros que están organizando la cena de hoy y de mañana. A
los compañeros que van a organizar una actividad cultural esta noche, porque
también sí es cierto venimos cansados y con esfuerzo a debatir políticas, pero
no tenemos que olvidar lo cultural, lo que nos une. Sin duda vamos a escuchar
la música de cada región también por compañeros. Vamos a tener un verdadero
deleite por dos razones: Va a bailar para nosotros el Ballet Folklórico
Nacional, que es lo más alto que tiene nuestro país en danza folklórica y
nativa. Son los embajadores de la
Argentina
en la cultura del mundo, pero además tiene un
agregado: Son cien por ciento afiliados a la Asociación de
Trabajadores del Estado».

 

«Para cerrar quiero decir que hemos tratado de
recibirlos aunque sea parecido a como ustedes nos reciben cada vez que vamos a
recorrer una provincia o una localidad. Uno lo sabe: Los compañeros hacen todo
el esfuerzo para recibirnos y para darnos lo mejor. Nosotros en estos días
estamos tratando de imitarlos, compañeros. ¡Fuerza, y a debatir!»

 

Prensa ATE – 06/11/2013

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