El secretario general adjunto de la CLATE y dirigente de la Confederación de Servidores Públicos de Brasil (CSPB), Sergio Arnoud, habló del fuerte cacerolazo que se sintió este miércoles en todo el país contra el presidente Jair Bolsonaro, en el marco de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. También destacó el rol de los trabajadores del sector público para garantizar la salud de la población.
Por segunda noche consecutiva, las principales ciudades brasileñas registraron grandes cacerolazos en las ventanas y balcones de los edificios para protestar contra el presidente Jair Bolsonaro, por la falta de medidas sanitarias ante la expansión del coronavirus en el país. Según datos oficiales, ya hay 540 contagiados y siete fallecidos.
“Ayer tuvimos una enorme manifestación en todo el país, con un cacerolazo que se realizó no sólo en las periferias, sino principalmente en las zonas donde Bolsonaro tuvo un gran porcentaje de votos”, señaló Sergio Arnoud, director de Relaciones Internacionales de la CSPB.
San Pablo, Rio de Janeiro, Recife, Belo Horizonte, Brasilia, Fortaleza, Salvador, Porto Alegre, Natal, Florianópolis y Curitiba fueron algunas de las grandes capitales donde se oyeron gritos de “Fuera Bolsonaro” desde las 19 horas.
“El pueblo comienza a despertar”, afirma Arnoud. “Ya no se trata solo de las advertencias del movimiento sindical y de las organizaciones sindicales. Ahora la población comienza a sentir la total incompetencia de un gobierno completamente subordinado a los intereses de Donald Trump y de los Estados Unidos y que menosprecia la salud de la población”, expresa el dirigente brasileño.
En las últimas semanas, Bolsonaro cuestionó la dimensión de la pandemia, refiriéndose a ella como una “fantasía inflada por los medios de comunicación” y afirmando que había mucha “histeria”. Incluso convocó y participó de manifestaciones y actos públicos, violando las medidas sanitarias recomendadas por el Ministerio de Salud.
“La imagen del país está contaminada y perjudicada por tener un Presidente completamente desconectado de la realidad y que solo atiende a los intereses de la media docena de persona que aún lo siguen en las redes sociales”, sostuvo el secretario general adjunto de CLATE.
Y finalizó: “La CSPB sigue firme en su rol de proteger a la población y mostrar que los servidores públicos, tan despreciados en las reformas laboral, previsional y administrativa, son lo que están poniendo en riesgo su vida para proteger a la población”.