-En el marco de la crisis que vive Europa, ¿cuáles son las consecuencias que sufre el sector público en el País Vasco?
 
 
 
-Lo que se está produciendo es un desmantelamiento de todos los servicios públicos. Antes decíamos que existía un proceso de privatización de  la gestión de los servicios públicos, pero creo que ahora ya se está hablando el propio servicio.  Esto significa que lo que antes era un servicio universal, gratuito, y que dotaba de garantías a la ciudadanía, eso ahora desaparece. Más aún, el que quiera tener un servicio sanitario o educativo, poco a poco va a tener que ir pagándolo de su propio bolsillo.
 
 
 
-¿Cómo afecta la crisis a las condiciones laborales de los trabajadores?
 
-En ese aspecto se está produciendo un retroceso galopante en el tema salarial, pero también se está empezando a destruir mucho empleo público.
 
 
 
-¿Hay despidos?
 
-Sí, los hay pero de personal no fijo. Desde el 2010 se están limitando las contrataciones por cuestiones de licencias y otros temas similares. Además, ahora se plantea un incremento de la jornada del personal fijo, y eso va a suponer que quienes estén trabajando de manera temporal, pierdan sus empleos.
 
 
 
-¿Qué respuestas está dando el Sindicato a esta situación?
 
-Estamos movilizándonos desde 2010, haciendo huelgas generales, manifestaciones y marchas callejeras de trabajadores, pero también estamos intentado llegar hasta los usuarios de los servicios públicos, porque entendemos que también ellos están implicados. O sea, intentamos articular una alianza entre el Sindicato y los movimientos vecinales y sociales.