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Referéndum en Uruguay: Escribiendo la historia

Referéndum en Uruguay: Escribiendo la historia

Los nervios de los días previos le dieron paso a las lágrimas y a la alegría. El 8 de julio, día marcado por los plazos legales establecidos, la historia se abrió camino y el anuncio de las 763.443 firmas estalló en el corazón de cada militante, con la esperanza cierta que habrá Referéndum.

Por Carlos Lebrato, desde Montevideo

El gobierno de Lacalle Pou instaló, mediante la Ley de Urgente Consideración (LUC), y de manera relámpago, un ajuste que limita el rol del Estado y afecta derechos fundamentales del pueblo uruguayo. Este mecanismo urgente impidió el debate y redujo al mínimo la información a la que pudo acceder la ciudadanía y las organizaciones sociales. Su ingreso se produjo de espaldas a un contexto económico y social excepcional, con el derecho a reunión seriamente restringido, sin tiempo para la recepción de voces claves y mientras el país atravesaba dificultades graves y urgentes, como el trabajo, la alimentación, la educación y por supuesto, la salud.

Pero la respuesta popular ante tal atropello fue abrumadora y el miedo fue cediendo terreno, hasta que la militancia se adueñó de las calles rebelándose, como manda la historia. Despertaron al monstruo.

«Habrá Referéndum porque desbordamos el vaso”, informó el jueves al mediodía el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, “lo desbordamos por más de cien mil firmas. Y este número va a estar desbordado por varias decenas de miles de firmas más que están llegando», y así fue, ya que, a las firmas anunciadas, se sumaron muchas mas. Finalmente, bordearon las 800.000 voluntades.

“Esto fue una hazaña de los militantes de a pie, que, con las dificultades propias de la pandemia, participaron como pudieron, en el barrio, en los lugares de trabajo, en las plazas, siempre en un marco de sumo respeto, tolerancia y de participación popular”, sostuvo el presidente de COFE, y secretario general de la CLATE, Martín Pereira.

“COFE desplegó toda una red de militantes en todo el país para poder lograr la hazaña y lo que nos pasó en el último tiempo es que no solo pedían para firmar, sino que además pedían el material necesario para poder salir y juntar ellos las firmas. Fue una campaña desde el amor, con una carga emocional enorme. Nos superó ampliamente la cantidad compañeros y compañeras queriendo ayudar de manera voluntaria y se multiplicaron las personas buscando firmar”, agregó Pereira.

La campaña de recolección de firmas de COFE incluyó mesas en varios puntos fijos de la capital y en el interior del país, además de impulsar iniciativas específicas, como el de delivery de firmas o jornadas especiales de información y recolección.

“Les debemos un enorme agradecimiento a los cientos de militantes, en cada rincón del país que pusieron su granito de arena para que esto fuera posible. En la trama final de la campaña, cuando faltaba mucho para poder alcanzar el número de firmas necesarias, muchos se preguntaban si era posible conseguirlas. Y la militancia tiene eso, que aparece en las difíciles y se hace protagonista. Todos querían ser parte de la historia, y lo fueron. Cada uno que firmó hizo historia y nos permite poder reescribirla. La LUC quita derechos, restringe libertades. Esto habilita a jugarse entero para poder derribarla, y estas firmas nos habilitan a jugar un segundo tiempo y dar vuelta el partido”, añadió el presidente de COFE.

Además, Pereira destacó el carácter independiente de la recolección de firmas entre los militantes: “Hubo una explosión de militantes de todos los sindicatos y de todos los partidos. Porque más allá que desde el Frente Amplio como partido se sumaron a la campaña, cientos de militantes y dirigentes blancos y colorados adhirieron y acompañaron esta patriada. La lucha contra la LUC transversalizó todas las ideologías políticas, sencillamente porque esta es una ley injusta, que quita derechos a trabajadores y trabajadoras”.

Las más de 300 cajas, con 2.500 papeletas cada una, salieron desde la sede del PIT-CNT, que entre saludos, gritos y cánticos llegaron hasta la Corte Electoral en la Ciudad Vieja acompañadas por una multitud que se acercaron.

El trayecto de poco más de una hora por la principal avenida lo hizo entre una verdadera marea humana, con gente sacudiendo banderas de todos los colores y de todos los sindicatos, que al grito de “si este no es el pueblo, el pueblo donde esta” o “es para Cuqui que lo mira por TV”, acompañaban el cortejo del camión trasladando las miles de firmas. No faltaron los abrazos, los agradecimientos y felicitaciones cruzadas entre los miles de militantes participaban de la caravana, demostraciones que todos tenían atragantadas y que demoraron un año en aparecer. Fue una fiesta del pueblo.

“Para muchos nos parecía muy difícil alcanzar las firmas, por momentos nos inundaban las dudas, pero los compañeros y compañeras se pusieron la campaña al hombro. Sin slogan ni campaña sucia, con la verdad y con argumentos lograron la hazaña. Hoy empieza el segundo tiempo del partido. Y hay que jugarlo con todo, con argumentos, y sobre todo con la mano tendida y el corazón dispuesto a escuchar y a dialogar sin rencores por una propuesta que protege a los más débiles. Que busca que en Uruguay no se legisle a empujones, sino que se haga con dialogo y acuerdos. Había que llegar a 675.000 firmas y las pasamos por arriba, esperemos, que con el mismo empuje dentro de unos meses podamos decir que 135 artículos de la LUC ya no estarán”, finalizo el presidente de COFE.

Los dirigentes entregaron un total de 797.261 papeletas firmadas, esta cifra supera en unas 120.000 el límite mínimo de firmas para habilitar la consulta popular a la espera que la Corte Electoral las revise y las valide.

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