En diálogo con la CLATE, el director de Relaciones Internacionales de la Confederación de Servidores Públicos de Brasil (CSPB), Sergio Arnoud, describió la dramática situación que vive el país debido a la postura negacionista del gobierno de Jair Bolsonaro ante la Pandemia. «Hoy Brasil tiene más de 300 mil muertes que podrían haber sido evitadas», afirmó.
Arnoud, quien además es secretario general adjunto de la CLATE, explicó que «el descontrol y la falta de una política unificada de enfrentamiento de la pandemia por parte del gobierno federal» llevó a que hoy en los hospitales falte oxígeno y medicamentos para la intubación de pacientes, como antibióticos y sedantes. «Hoy tenemos 2/3 de los estados brasileños en situación desesperante, caótica, sin camas disponibles en terapia intensiva y con el agotamiento de los trabajadores de la salud», informó.
Según el dirigente, la presión y la movilización de distintos sectores de la sociedad llevó el Congreso Nacional a tomar una posición la semana pasada, en una reunión con el presidente Jair Bolsonaro. «El presidente de la Cámara de Diputados dijo que el país llegó a ‘un límite’ y que el Congreso tendrá que tomar ‘medidas amargas’, dejando en el horizonte la posibilidad de un juicio político», señaló.
«Nosotros esperamos que esto, sumado a la presión de los movimientos sociales, de las centrales sindicales, de la sociedad como un todo, pueda determinar un cambio radical en el enfrentamiento del Covid. Hoy Brasil es un paria mundial, conducido por este gobierno irresponsable, negacionista y criminal», expresó Arnoud.
Reforma Administrativa
El representante de la CSPB informó también que «los servidores públicos están siendo prácticamente sacrificados, no solo en el combate diario y permanente contra el Covid, sino que también, de forma paralela, el gobierno impulsa en el Congreso Nacional un proyecto de Reforma Administrativa, que permitirá el congelamiento de salarios de los servidores federales y la posibilidad de despidos sumarios. Todo esto, en un momento en que los servidores públicos son los grandes combatientes de todo este proceso».
