En el salón principal de la sede
nacional de su querida ATE pudimos darle el último adios. Su mujer, Ana, sus cinco hijos, yernos, nueras
y nietos acompañaron la ceremonia que se realizó en el Salón Federal con la
presencia de militantes y dirigentes del sindicato, de la CTA y de la CLATE,
que estuvo representada además por su secretario general, el uruguayo Luis
Bazzano que viajó raudamente para sumarse al homenaje. No faltaron sus amigos y
amigas de la vida.
Y tampoco faltaron las salutaciones
que llegaron desde los distintos rincones del mundo, en particular de nuestra
Patria Grande, Latinoamérica y el Caribe: Brasil, México, Cuba, Perú, Uruguay,
Chile, Paraguay, El Salvador, Colombia, Ecuador, República Dominicana. También
de Bélgica, Italia y España, de la embajada de Cuba en Argentina y de cientos
de militantes de nuestro territorio, de Ushuaia a La Quiaca.
En la despedida final, tomó la palabra
Julio Fuentes, Secretario General Adjunto de ATE Nacional y Presidente de la
CLATE, además de ser uno de sus mejores amigos y compañero de luchas desde hace
más de dos décadas. Don Atahualpa Yupanqui contó que a un viejo sabio, un
paisano que merodeaba el fogón de un campo bonaerense de donde Héctor
orgullosamente pertenecía, le consultaron qué es un amigo. Y este hombre
respondió: Un amigo es uno mismo pero con otro cuero. Así vengo a despedir a
ese compañero que nos enseñó a un grupo de militantes en la provincia de Neuquén
de marxismo, de clasismo, de Cuba, de la revolución, del movimiento nacional,
de pensar una sociedad distinta, de hombres y mujeres libres, agregó. A su
costado, lo escuchaba la esposa de Héctor Méndez y sus cinco hijos.
Por su parte, el Secretario General de
ATE, Hugo Godoy, expresó emocionado que «tengo tres o cuatro imágenes
grabadas de ese militante que fue Héctor. Pero quiero quedarme con una, que es
la del afecto, la de la posibilidad de buscar siempre un espacio en esta
vorágine de quilombos que es la vida sindical, la lucha en el sindicato, que a
veces es la picadora de carne. Él siempre buscó un espacio para hablar desde
otro lugar, desde lo humano y el afecto. Del encontrar eso que es no hablar mal
de los otros, sino de sacar lo mejor de cada uno de nosotros».
Decenas de militantes, propios y
adversarios, alcanzaron a despedirlo en el aplauso cerrado que coronó la última
estrofa que cantamos de la famosa canción de Carlos Puebla, «Hasta siempre
Comandante».
Se nos fue «el viejo
Méndez», un hermano y un maestro de la militancia y de la vida. Te vamos a
encontrar en una chacarera, en un vaso de buen vino, en un gol
«gallina», en una caja de alfajores «Havanna» con los que
endulzaste relaciones, en la «marchita peronista» que tanto te
gustaba cantar, en un ron cubano, en una calle de nuestra Patria Grande
luchando detrás de alguna utopía. Y como dijo un poeta que degustamos en más de
una oportunidad, Miguel Hernández… «A las aladas almas de las rosas del
almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero
del alma, compañero».
La trayectoria de Héctor en el
sindicalismo fue vasta. Fue Secretario General de la junta interna del Hospital
Castro Rendón de Neuquén (1988), Secretario Administrativo del Consejo
Directivo Provincial de ATE Neuquén (1991), integrante de la rama Salud de ATE
junto a Carlos Casinelli (1993), Secretario de Interior del Consejo Directivo
Nacional de ATE (1999 y 2003), Vocal del Consejo Directivo Nacional de ATE
(2011), Secretario de la Presidencia de la CLATE (2012) y Secretario de
Comunicación de ATE (2015). Asimismo, fue un pionero fundador de La Pastera, el
Museo del Che que administra ATE en San Martín de los Andes.