La causa que enjuicia a Fuentes y los demás compañeros obtuvo una sentencia favorable en el 2006 por hechos ocurridos en el año 2002. Los dirigentes de ATE fueron declarados inocentes de todo delito por falta de pruebas. Sin embargo, once años después, un funcionario gubernamental decidió reabrir la causa, que ya está prescripta.
De acuerdo a la defensa, el proceso judicial está marcado por irregularidades. Entre ellas, la intervención del fiscal Pablo Vignaroli, quien fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura antes de asumir la causa y, por lo tanto, debería apartarse de la misma.
La CLATE agradeció las manifestaciones de apoyo y las gestiones realizadas por los gremios miembros de la organización ante la Cámara en lo Criminal nº 1 de la Provincia de Neuquén y las Embajadas Argentinas cada uno de los países.