Somos herederos de esa experiencia, que conoció marchas y contramarchas, pero que continuó avanzando, con la perseverancia y el compromiso de los compañeros y compañeras que nunca se resignaron. En esa historia se mezclan algunos hitos, sobresalen algunos nombres. Desde el 17 de octubre al Rosariazo, desde Libertario Ferrari hasta Héctor Quagliario, momentos y personas se funden en una misma tradición de lucha y resistencia.En estos 87 años libramos muchas batallas y de todas ellas, aun de las más difíciles, supimos recuperarnos. Así lo hicimos en el ’84, de la mano de compañeros como Víctor de Gennaro y Germán Abdala, entre tantos otros. Desde entonces crecimos en militancia y organización. Y ese trabajo dio sus frutos. Impulsamos y dimos vida a la CTA y hoy estamos dando a luz un proyecto político, social y cultural más ambicioso como es la Constituyente Social. Tenemos por delante grandes desafíos. Queremos la plena estabilidad en el empleo público y que se nos garantice a igual tarea igual remuneración. Y no sólo aspiramos a concretar nuestras reivindicaciones sectoriales. Queremos vivir en un país más justo, con una real y efectiva distribución de la riqueza. Nosotros, los que hacemos funcionar el Estado sabemos que eso es posible y estamos dispuestos a trabajar por ello.

Pero el ATE que hoy tenemos es la mitad del que necesitamos. Por eso nuestra mirada está puesta en el tiempo que viene. Sabemos que para alcanzar nuestros sueños tenemos que construir un sindicato con más poder, con más fuerza organizada de los trabajadores. Vamos a seguir creciendo y a seguir sumando más compañeras y compañeros. Porque estamos convencidos que este proyecto colectivo se alcanza sumando ideas, sumando militancia y compromiso, sumando participación y protagonismo. Hacia ahí vamos, el futuro nos espera.

13 de enero 2012