La Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), en alianza con las demás centrales sindicales, comprende que la
movilización popular es esencial para que el país pueda avanzar hacia
transformaciones sociales más profundas, reclamadas por el pueblo, entre las
que se destacan los servicios esenciales de salud, educación, vivienda, transporte
y las justas reivindicaciones de la clase trabajadora.
Sin embargo, el movimiento se ha desviado de su cauce original, influenciado
por las fuerzas obscuras de la derecha y los medios golpistas, que buscan
manipular las manifestaciones espontáneas de las masas impregnándolas de un
sentido político reaccionario con el fin de aislar y desmoralizar a los
partidos y organizaciones progresistas y desestabilizar al gobierno Dilma,
abriendo el camino para el retroceso neoliberal.
Es visible la infiltración de provocadores de la derecha en el movimiento, las
depredaciones y el uso de la violencia gratuita para crear un clima de caos e
ingobernabilidad; las hostilidades contra las banderas de los partidos y las
centrales sindicales. El pasado jueves 20, en Brasilia, el palacio de
Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, que practica y
defiende una política externa soberana y democrática, fue blanco de vandalismo
y un intento de invasión. Alguien duda de que esto sirva a intereses
antinacionales?
Ante el nuevo y peligroso rumbo que vienen tomando las manifestaciones, el
propio Movimiento por el Pase Libre (MPL) en São Paulo, que convocó los actos
por la reducción del pasaje y el transporte gratuito, anunció la suspensión de
los actos tras denunciar la infiltración de la derecha y la presencia de grupos neofascistas que agredieron a
manifestantes. «Es inconcebible este intento oportunista de la derecha
para apropiarse de las movilizaciones», dijo Rafael Siqueira, activista y
miembro del MPL desde 2006.
Sin duda no es por amor a la democracia y al pueblo que la prensa golpista,
encabezada por la Red Globo, ha estado ayudando a convocar las manifestaciones
al mismo tiempo en que instiga el odio popular contra los partidos políticos y
la política en general, organizaciones de los movimientos sociales, gobiernos e
instituciones. La derecha neoliberal, reiteradamente derrocada en las urnas,
quiere pescar en río revuelto, manipulando el movimiento espontáneo de las
masas en el momento en que este se encuentra sin rumbo y sin
dirección.
Los problemas sociales en Brasil, algunos de ellos seculares, son gigantes y,
pese a los avances registrados en los últimos diez años, aún necesitan una
solución urgente. Esta es la lectura que debemos hacer del sentimiento de
descontento popular. El movimiento no debe dejar las calles ni renunciar a la
lucha, ya que sólo con movilización y lucha lograremos avanzar hacia un nuevo
proyecto nacional de desarrollo con soberanía, democracia y valorización del
trabajo. Pero no seremos cómplices ni le haremos el juego a la prensa
golpista.
Es nuestra obligación alertar a la clase trabajadora sobre los riesgos de
retroceso y luchar para desenmascarar y derrocar a las fuerzas de derecha que
se dedican a manipular y desvirtuar el movimiento espontáneo de nuestro pueblo
por un Brasil mejor, con más democracia, igualdad y
justicia.
São Paulo, 21 de junio de 2013
Wagner Gomes, presidente nacional de la
Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB)
Traducción: Prensa CLATE
