De
militancia peronista y extensa labor docente en el partido de La
Matanza, Sánchez llegó a conducir la Confederación Trabajadores de
la Educación Argentina (CTERA) y fue una de las fundadoras de la CTA
en la década del 90.
Sánchez
también fue una de las fundadoras del Sindicato Unificado de los
Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires
(SUTEBA).
Junto
a Víctor De Gennaro, Alberto Piccinini y Cayo Ayala, entre otros,
Mary Sánchez fue una de las firmantes de la declaración conocida
como «Grito de Burzaco» del 17 de diciembre de 1991 que
daría nacimiento a una nueva central de trabajadores en nuestro
país, la CTA.
Un
nuevo Modelo Sindical basado en las siguientes premisas:
1. Autonomía
sindical con
respecto al Estado, los patrones y los partidos políticos.
2. Democracia
sindical,
rechazando las estériles divisiones y el sectarismo.
3. Apertura
a otras organizaciones sociales que
expresen las múltiples demandas de los sectores populares y que
reflejen la realidad de los cinco millones de argentinos con
problemas de empleo.
4. Revalorización
de la ética gremial atacando
la corrupción y el pseudo pragmatismo con el que las dirigencias
caducas terminan legitimando el ajuste.
Todo
está guardado en la memoria.