El miércoles 5 de junio se realizó esta actividad impulsada por la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), miembro de la CLATE, con el objetivo de analizar el impacto de las nuevas formas de trabajo en nuestra región en el marco de la pandemia y el avance de las nuevas tecnologías. Participaron del encuentro representantes de diferentes organizaciones sindicales y del mundo del trabajo como Julio Fuentes, presidente de la CLATE, el presidente de la ANEF, José Pérez Debelli, Nayareth Quevedo de la ISP regional Cono Sur, Fabio Bertranou, Director OIT para el Cono Sur, entre otros. También formaron parte de los paneles académicos, instituciones y abogados laboralistas.

El presidente de la ANEF, José Pérez Debelli dio inicio al panel agradeciendo la participación y destacando la necesidad de discutir estas nuevas modalidades y el impacto que generan como también la importancia y el rol de los servidores públicos en el marco de la pandemia. En el caso de Chile el dirigente manifestó que “en esta pandemia, el sello ideológico de este gobierno ha sido privilegiar el aspecto economicista por sobre la vida y salud de la ciudadanía» y remarcó la importancia del rol del Estado, no como un subsidiario sino como un garante de derechos.
Julio Fuentes, presidente de la CLATE, abordó el problema del teletrabajo y tomó como ejemplo la ley recientemente sancionada en la República Argentina. “Son leyes que quedan en letra muerta, porque no hay quien garantice su cumplimiento, nuestro problema en América Latina es el incumplimiento de la legislación” manifestó Fuentes, y remarcó la enorme responsabilidad de las y los dirigentes frente a esta nueva modalidad debido a su carácter alienante que confina a un trabajador o trabajadora a 4 paredes, separándolo de sus compañeros, enfatizando que “cuando hay aislamiento no hay libertad sindical”.

A su vez, definió al teletrabajo como “meter al patrón dentro de la casa” y transmitió que el mismo “favorece la precarización laboral, hace invisible el acoso laboral, no reconoce el trabajo extra jornada, ignora el estado de salud del trabajador, aumenta el estrés, limita la cobertura de salud del trabajo, traslada los gastos que tienen el empleador de alquiler manteniendo al trabajador, y las más afectadas con la sobrecarga laboral son las trabajadoras.
El director OIT para el Cono Sur, Fabio Bertranou, advirtió que nos encontramos en una crisis de dimensiones históricas con un colapso enorme en la caída global de las tasas de empleo regionales. Mostró preocupación por la situación del trabajo decente, y categorizó a la pandemia como un acelerador de la llegada del futuro del trabajo, el cual hizo más visible la exclusión de determinados sectores, producto en parte, de la falta de inversión de los gobiernos en materia de salud y la seguridad en el ámbito laboral.
Indicó la centralidad del rol del Estado en este momento histórico, el cual debe desarrollar una inversión pública estratégica en educación, salud y seguridad para el trabajo, en infraestructura de internet y capacidades tecnológicas, haciendo una incorporación inteligente de las tecnologías reduciendo la brecha digital.

También adjudicó como fundamental el rol del diálogo social: “las soluciones deben darse mediante el dialogo social e invirtiendo en fortalecer la representación, sobre todo de trabajadores que es la más débil en el mundo del trabajo…La seguridad y salud solo es efectiva en el marco del dialogo social…” expuso el representante de la OIT.
Por su parte, Nayareth Quevedo de la ISP regional del Cono Sur, manifestó que la digitalización destruye el empleo a partir de la robotización, como aquellos relacionados con la tramitación, tareas administrativas o de vigilancia, las cuáles pueden ser reemplazadas por “bots” que las realizan de forma automática, deshumanizando así el contacto. A su vez, reveló que 7 de 10 trabajadores públicos comparte su espacio laboral con otros miembros de la casa, sus dormitorios y cocinas y comedores en espacio de trabajo, generando así una difusión entre la vida laboral y familiar.
Expuso la preocupación por la falta de regulaciones frente al uso de nuevas tecnologías, la invasión a de los datos de las y los trabajadores por medios de mecanismos de control y la profundización de la brecha de género: “7 de cada 10 mujeres del empleo público tienen más carga laboral en el marco del trabajo remoto” destacando que los sindicatos de la administración pública son los que se vienen anticipando a estas situaciones.

https://youtu.be/J_IGF_Jgsjg