El domingo 28 de Febrero, una movilización de miles de personas llenó las calles de Puerto Príncipe, en una jornada de  protestas contra el presidente de facto Jovenel Moïse, quien usurpa el cargo de presidente del país desde 7 de febrero, momento que habría culminado su mandato.

Entre las demandas, los manifestantes exigieron en primera instancia la salida del poder de Jovenel Moïse, quien luego de que su mandato finalizara, tal como lo expresa la Constitución Nacional de Haití, tomó la decisión unilateral de continuar en el mismo. 

Las protestas también exigieron el fin del apoyo internacional que recibe la permanencia de Moïse en la presidencia, sobre todo el respaldo proveniente de los Estados Unidos. 

A su vez, esta gran movilización realizó denuncia del aumento del contexto de inseguridad a partir de una elevación en la cifra de secuestros y asesinatos en el país, especialmente en la ciudad de Puerto Príncipe.

Mientras que aquellas y aquellos que se oponen al mandatario de facto Moïse, este alega que aún le corresponde un año en el poder ya que, por disturbios sociales, tomó posesión un año después de la fecha en que inició el período presidencial.

Sin embargo, si se observa desde el plano legal y constitucional, la Constitución haitiana establece claramente que el período que dura la presidencia no podrá ser sometido a una extensión, aun si la asunción del cargo se llevase adelante después de la fecha establecida. 

Es entonces que, a partir de lo expuesto en el corpus normativo general del país, Jovenel Moïse ya ha finalizado su mandato.