La Unión Sindical Obrera está presente en la capital comunitaria por medio de su secretario general confederal, Julio Salazar, y del secretario de Acción Internacional, Javier de Vicente.

La CES, ha insistido en que las consecuencias económicas y sociales de la crisis (la explosión del desempleo, la pérdida galopante de la seguridad laboral, las desigualdades cada vez mayores, etc.) han alcanzado los límites de lo que es socialmente aceptable en una serie de países de la UE. De ahí la jornada convocada para exigir el fin de la austeridad y que las políticas se centren en el empleo especialmente para los jóvenes. Para los sindicatos europeos hace falta un cambio de rumbo. La confianza de los mercados no depende de la austeridad, sino en la confianza de los ciudadanos y el apoyo del Banco Central Europeo. El crecimiento y el empleo son necesarios para restaurar la confianza en la Unión Europea. El anuncio por parte del Consejo de diciembre de 2012 en el sentido de que las autoridades europeas se esforzarán por fortalecer la dimensión social de la Unión Económica y Monetaria (UEM), incluido el diálogo social, dio lugar a expectativas legítimas entre los trabajadores que, cada vez más, están empezando a pensar que Europa es parte del problema y no parte de la solución.

Las medidas de austeridad están hundiendo algunos países en la recesión. Bernadette Ségol, secretaria general de la CES, ha dejado claro que «la austeridad es un fracaso. No ha tenido éxito en la reducción del déficit y está teniendo un efecto devastador social y económico. Aplicado en un contexto económico desfavorable, esta austeridad ciega sólo ha empeorado la situación. Ha ampliado las desigualdades y ha incrementado aún más la pérdida de la seguridad laboral. Los modelos sociales están siendo objeto de ataque debido a la crisis. En toda Europa, el empleo se está convirtiendo en precario y los salarios están siendo revisados a la baja. La manifestación sindical europea se centra en dos mensajes prioritarios como son el fin de la austeridad y la lucha contra el desempleo juvenil.»

El Consejo Europeo por lo tanto, debe responder a la emergencia social. La CES ha elaborado propuestas concretas en un Contrato Social Europeo y hace un llamamiento para un cambio de rumbo poniendo el énfasis en la recuperación sostenible con más y mejores empleos, y mediante un plan de inversión equivalente a por lo menos el 1% del PIB europeo cada año. Europa debe salir de la crisis más fuerte que nunca. Sobre la base de las relaciones laborales y el diálogo social, la protección social y los servicios públicos, la CES ha recordado que el modelo social europeo es una fuente de apoyo y no un obstáculo para la competitividad y el crecimiento.