CLATE LOGO-v1

56 aniversario

"Mi trabajo son tus derechos"

Se presenta el primer documental argentino sobre Fracking

En entrevista con ACTA, Estévez detalla los efectos de la
hidrofractura sobre el medio ambiente y las comunidades y llama a las
organizaciones populares a «encarar una acción directa fuerte y
contundente para unir a todas esas voluntades en un objetivo común».

 

-¿Qué es la hidrofractura y desde cuándo se usa?

 

– La hidrofractura (o fracking) es una técnica de
explotación no convencional de hidrocarburos. La situación es similar a la de
la megaminería. Ya no hay grandes reservorios donde se acumula en un agujero el
petroleo crudo, sino que se encuentra diseminado u entremezclado en rocas
porosas o entre arcillas o arenas compactas. Para extraerlo se debe realizar una
perforación vertical a 500, 1.000 y hasta 4.000 metros de profundidad, una vez
que la perforación llega a donde está el hidrocarburo se perfora
horizontalmente en un radio aproximado de 300 metros. Una vez terminada la
perforación se inyectan explosivos, arenas y millones de litros de agua dulce
mezclado con miles de litros de una sopa química (se habla de más de 500
químicos, muchos de ellos cancerígenos) hasta que empieza a fluir el petróleo o
el gas. Un 40% de esa agua contaminada vuelve a la superficie arrastrando
además metales pesados radiactivos que se encuentran en la roca madre. Los
riesgos de contaminación son muy altos, no sólo de los acuíferos sino de
filtraciones que pueden llegar a los ríos y también de la tierra y del aire en
forma de gases tóxicos. Por otra parte las explosiones a miles de metros de
profundidad son imposibles de controlar y puede provocar sismos de mediana
intensidad. Es una técnica muy similar a la de la megaminería sólo que
escondido a miles de metros de profundidad, lo cual hace que sea casi imposible
de controlar por parte del Estado o de ningún organismo que se cree a tal
efecto.

 

-¿Cómo afecta a las comunidades y al medio ambiente?

 

– Esto afecta en primer lugar a las comunidades mapuches que
habitan en el mismo territorio donde se realiza la extracción, aunque también
se está haciendo en zonas de chacras afectando no sólo a los pobladores
criollos, sino también a la producción misma de la fruta del valle de Río
Negro. Cristina Lincopán, la longko de la comunidad Gelay Ko que aparece en la
película como una de las voces que se opone a este tipo de explotación falleció
hace unos meses a causa de un problema pulmonar provocado por la contaminación
hidrocarburífera. Muchos ya la consideran la primer mártir del fracking. Ha habido
experiencias sobre todo en EEUU, se puede ver un film de Josh Fox
«Gasland» donde muestra la experiencia del fracking en EEUU. Efectos
terribles que hicieron que en muchos estados se prohibiera o se declarara una
moratoria. La experiencia de EEUU hizo que se declare la prohibición en
Francia, Bulgaria y moratorias en muchos países.

 

-¿Cómo se organizan las comunidades para resistir?

 

– Hay muchas organizaciones trabajando en concientizar sobre
este problema, en general se trata de ONGs como ECOSUR o FOPERMA, por ejemplo
el Observatorio Petrolero Sur sacó un libro llamado ZONA DE SACRIFICIO que
plantea el esquema energético argentino y cómo se coloca a la provincia de
Neuquén dentro de una zona que debe ser sacrificada para que el resto del país
tenga energía. El tema no es sencillo porque nunca se invirtió en la
investigación y la modificación de la matriz energética, y hoy el 90% de la
energía del país es en base a hidrocarburos. La excusa del Gobierno es la
necesidad energética, y acá en la provincia de Neuquén se plantea como la
principal actividad económica. Se siembra el pánico. Si no se explota el
petróleo el país se queda sin energía y la provincia sin fuentes de trabajo. Es
el cuco para imponer a los «no convencionales».

 

-Además de las comunidades originarias y la CTA, ¿qué otras
organizaciones están luchando contra la hidrofractura?

 

– Con respecto a las organizaciones me parece que el
problema es que realizan muchas acciones aisladas pero todavía no hay una
organización que convoque a una acción directa de intervención. Yo estoy
convencido de que hay que encarar una acción directa fuerte y contundente para
unir a todas esas voluntades en un objetivo común. Para mí hay que ir a un
referendum para exigir una moratoria, si no lo hacemos urgente esto va a seguir
avanzando y cuando nos querramos dar cuenta va a ser tarde. La CTA deberia
estar al frente de esta lucha. En neuquén el Instrumento Electoral por la
Unidad Popular tomó el tema como una de las principales banderas en defensa del
futuro mismo.

 

* Equipo de Comunicación de la CTA

Noticias Recientes:

Noticias Relacionadas: