El 1 de mayo de 2020 será recordado por la clase trabajadora y la humanidad por tener que padecer en conjunto una Pandemia que no registra antecedentes en nuestra historia moderna. Pero las y los trabajadores deberemos recordar también cómo, y no por primera vez, el capital y su clase, la burguesía, muestran su rostro más inhumano y egoísta.

Por Julio Fuentes, Presidente de la CLATE

Pretender por todos los medios, como lo están haciendo, priorizar al dios Mercado por sobre la vida humana es la esencia de este sistema y con quien cumplimos 130 años de lucha sin cuartel.

Sin dudas, estos 130 años de lucha internacionalista y solidaria de la clase trabajadora por una nueva sociedad ha producido avances y retrocesos, pero gracias a ello hemos podido modificar condiciones de vida para la humanidad en sentido positivo.

Si sólo nos ponemos a pensar que en 1890 la expectativa de vida de la especie humana era de 29 años y hoy es de 75 años, nos encontraremos que eso se debió a la lucha por una vida mejor, por haber conquistado mejoras en las condiciones de trabajo y vida.

No corrió igual suerte el planeta, ya que por la voracidad de un sistema que sólo piensa en el lucro, ha sobreexplotado los bienes comunes poniendo en serio riesgo la continuidad de la vida.

Seguramente, en un futuro cercano, encontraremos respuestas sobre el origen de estos virus que viene soportando la humanidad en las últimas décadas, pero sin duda muchos de ellos estarán ligados a la forma de explotación capitalista de todos los recursos del planeta.

Desde el sindicalismo mundial estamos frente a momentos de grandes desafíos. Cómo será el mundo después de la Pandemia dependerá también de qué actitud tenemos frente al sistema de producción capitalista.

Hace 130 años los y las líderes sindicales se animaron, tuvieron el coraje y los sueños para luchar por una nueva sociedad: se animaron a exigir una jornada laboral de 8 horas , igualdad de género, protección social y sanitaria.

Hoy tenemos nuevos desafíos reivindicativos y políticos: ante la sobreproducción de bienes y la reducción de la jornada de trabajo, exigimos límites al consumismo desenfrenado y la universalización de los ingresos.

Y reafirmamos que la humanidad y el planeta tendrá futuro sólo si somos capaces de pensar y soñar una sociedad y un sistema de producción distinto al capitalismo y luchar por ella.

Vivan las trabajadores y los trabajadores. Viva la CLATE. Viva la clase trabajadora.