La Confederación de Servidores Públicos de Brasil (CSPB), integrante de CLATE, expresó su profundo repudio al intento de asesinato de la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido este jueves 1 de septiembre. Según informaron las autoridades de ese país, el autor del atentado sería un ciudadano brasileño nacionalizado en Argentina, llamado Fernando Andrés Sabag Montiel. El hombre llevaba un arma calibre 38 cargada con cinco balas, que afortunadamente falló a la hora de disparar. 

Este acontecimiento es una señal de alerta para los líderes políticos, sindicales, sociales y ambientales de la región. En la historia reciente de Brasil tuvimos evidentes crímenes políticos y muchos otros que tuvieron causas políticas. Los casos de Chico Mendes, Dorothy Stang, Marielle Franco, Bruno Pereira y Dom Phillips, Marcelo Arruda, son algunos de los más conocidos entre una centena de asesinatos por parte de fanáticos motivados por discursos de odio o por esquemas de poder a punto de ser revelados.

Los crímenes políticos son los peores, ya que representan un atentado a la democracia y a las libertades que le garantizan a los ciudadanos la posibilidad de intervenir en el poder público por los mecanismos más civilizados y eficaces que conocemos. La CSPB se posiciona firmemente en defensa de esas libertades, pero siempre vigilante a los que desean destruirlas, como sugiere el filósofo Karl Popper en su brillante “Paradoja de la Tolerancia”.

Consideramos necesario, sobre todo en este momento de gran temperatura política, que se refuercen los operativos de seguridad de las autoridades del poder público y que estas eviten exposiciones innecesarias. Es una triste pero necesaria recomendación en este momento. Explotan los discursos de odio, sobre todo ante las sucesivas derrotas electorales de radicales de extrema derecha en nuestro continente. Los grupos y redes sociales donde se comparte el odio se multiplican, fomentando el accionar de personas capaces de poner en práctica lo que para algunos no es más que una retórica vacía.

También tenemos que luchar por más inversiones del Estado en los servicios de inteligencia, a fin de identificar la formación, las fuentes de financiamiento y el accionar que permite que estos crímenes se sigan cometiendo en las sombras, escondidos detrás de pequeños monitores y teléfonos celulares. Una vez más, no será por el capital que “desataremos ese nudo” que amenaza la democracia y la vida de los ciudadanos que la conducen.

João Domingos Gomes dos Santos

Presidente de la CSPB y vicepresidente 1 de CLATE