La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Argentina, miembro de CLATE, se movilizó este lunes, junto a la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores y otras organizaciones, hacia la zona de Lago Escondido, en la provincia de Río Negro, en el sur del país, en defensa de la soberanía nacional y contra la usurpación de tierras por parte del empresario británico Joe Lewis.

Las organizaciones se concentraron en “El Foyel”, localidad de la provincia de Río Negro, a 45 kilómetros de la ciudad del Bolsón, para llegar a Lago Escondido por el Camino de Tacuifí. El ingreso se encontraba bloqueado por rejas, alambres de púa y un cordón policial.

«Lewis representa a los intereses extranjeros en la Patria: la Corona británica, EEUU y el FMI», expresó Rodolfo Aguiar, secretario general adjunto de ATE y secretario general de la CTA Autónoma Río Negro.

Más temprano, las organizaciones gremiales llevaron adelante una conferencia de prensa y se movilizaron en la ciudad de Bariloche para exigir garantías para los manifestantes que este fin de semana iniciaron la Sexta Marcha por la Soberanía de Lago Escondido y fueron interceptados y agredidos por la guardia privada del magnate británico.

La movilización se convocó luego de que este sábado el juez Mariano Castro rechazara un hábeas corpus que pedía garantizar la integridad y el libre tránsito de los manifestantes que intentan llegar al lago.

«La Justicia infectada por lo intereses económicos extranjeros desprotege a los argentinos que defendemos nuestros recursos naturales», afirmó Aguiar. «Lamentable la decisión de la Policía: la última vez que vine a Lago Escondido el jefe del operativo era el mismo que hoy es jefe provincial. Se ve que para ascender en el cargo hay que rendirse al poder», añadió.

“Que no estén tranquilos, porque si no lo hacen los jueces y políticos temerosos, vamos a ser nosotros los que vamos a derribar esas tranqueras y recuperar las tierras en manos extranjeras», afirmó el secretario adjunto de ATE.

La usurpación de este territorio patagónico se dio en la década de 1990, momento en el que el empresario Joe Lewis adquirió una enorme cantidad de hectáreas de forma irregular, dado que dichas tierras se localizan en un lugar de frontera y obstaculizan el acceso público a Lago Escondido.

A pesar de la existencia de un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro y otro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el tránsito hacia el espejo de agua continúa bloqueado. A su vez, tampoco se puede acceder al lago por el sendero de montaña debido a que la seguridad privada de Lewis, impide el ingreso por esta vía.

En la misma dirección, Lewis instaló un aeropuerto privado en Bahía Dorada, en la costa atlántica, un helipuerto comercial en Lago Escondido y dos centrales hidroeléctricas sobre el río Escondido que venden energía al sistema interconectado nacional.

«Recién después que echemos a los Lewis y a los Benetton de la Patagonia, podremos tener una segunda y definitiva independencia», manifestó Aguiar.