«Aunque el Gobierno de Barack Obama que ha estado
negociando desde hace años para ser miembro del TPP, así como otras 11 naciones
del Pacífico todavía no ha firmado el acuerdo, grupos de intereses
corporativos estadounidenses ya han manifestado su fuerte apoyo al TPP, que
describen como un acuerdo de libre comercio que fomenta el crecimiento
económico.
Sin embargo, varios expertos aseguran que ese tratado tendrá
efectos negativos sobre todo en el acceso a medicinas, cultura, libertad en
internet y en las regulaciones medioambientales. No en vano, los sindicatos de
trabajadores y una serie de grupos tradicionalmente liberales, así como
ecologistas y defensores de la salud pública, han criticado duramente las
negociaciones.
El lingüista, activista y analista político estadounidense
Noam Chomsky considera que ese acuerdo busca poner en competencia entre sí a
los trabajadores de todo el mundo para bajar los salarios y aumentar la
inseguridad. El experto argumentó en declaraciones al diario The Huffington
Post que gran parte de las conversaciones abordan cuestiones fuera del
comercio ya que, según él, se centran más en imponer nuevas normas de propiedad
intelectual en el extranjero y aumentar el poder político de las empresas.
Por otro lado, Chomsky lamentó que el acuerdo al que tachó
de ser en concreto una escalada de metas políticas neoliberales sea un
secreto para la población, pero no para los negociadores de las
corporaciones. La población total de los países miembros de la unión sería de
unos 800 millones de personas, y su PIB alcanzaría un 40% del índice mundial.
Lori Wallach, una de los líderes del grupo estadounidense Public Citizen de
defensa del derecho del consumidor, contó a RT que el acuerdo representa una
gran amenaza para los países miembros de la asociación y sus habitantes, y que
además existe un cierto peligro para algunos países de la zona.
WikiLeaks filtra el capítulo medioambiental del TPP que
afecta a Chile, Perú y México
Los documentos filtrados, fechados en noviembre de 2013,
muestran que las disputas sobre el tratado podrían deshacer garantías
ambientales globales clave y que EE.UU. estaría dispuesto a renunciar a algunas
salvaguardas ambientales con tal de cerrar el acuerdo. Entre las normas que
pueden verse afectadas están las de control de emisiones de carbono, así como
las regulaciones de explotación forestal o las que atañen a la pesca de
tiburones.
El fundador del portal de filtraciones WikiLeaks, Julian
Assange, ha comentado la publicación de la filtración en cuestión asegurando
que el legendario capítulo ambiental del TPP resulta ser un ejercicio de
relaciones públicas desdentado.
La falta de garantías ambientales plenamente aplicables
significa que los negociadores están permitiendo que la única oportunidad de
proteger la naturaleza y apoyar el comercio legal sostenible de los recursos
renovables se escape entre los dedos. Estas naciones representan más de una
cuarta parte del comercio mundial de pesca y de productos madereros, y tienen
la responsabilidad de tratar el impacto del comercio sobre la naturaleza, la
tala ilegal y la sobrepesca, dijo a la organización ambiental Sierra Club el
director ejecutivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en
ingles), Carter Roberts.
En otro documento, también filtrado por Wikileaks, se
describen las condiciones y los antecedentes del TPP. Así, se subraya que en
2010 Australia, Nueva Zelanda, EE.UU. y Canadá fueron los cuatro países que
votaron contra la aprobación de la declaración de la ONU sobre los derechos de
los pueblos indígenas en relación a los recursos genéticos y a la
biodiversidad.
El TPP busca impulsar el comercio entre los 12 países
participantes (EE.UU., Japón, México, Canadá, Australia, Malasia, Chile,
Singapur, Perú, Vietnam, Nueva Zelanda and Brunéi), con la perspectiva de
extenderse a la mitad del planeta. La falta de transparencia del tratado, que
lleva tres años negociándose en secreto, ha generado alarma entre los expertos
por las implicaciones del acuerdo.