«TISA
es la desregulación y la privatización total de todos los servicios públicos y
municipales» fue la consigna que protagonizó el encuentro de FENOTRAP
Costa Rica.
El objetivo
de TISA es construir un complejo entramado de normas y reglas diseñadas para
evadir las regulaciones estatales y eludir los controles parlamentarios sobre
el mercado global. Se trata de un acuerdo que se lleva adelante por fuera de la
Organización Mundial de Comercio (que reúne a 160 Estados). El TISA es
resultado del estancamiento de las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC
iniciadas en 2001. Desde entonces no se logró avanzar en materia de comercio de
servicios debido a que las naciones emergentes reclamaban como contrapartida la
eliminación de los subsidios agrícolas, un planteo al que se niegan las
economías desarrolladas (EE.UU. y Europa principalmente). Los países desarrollados
buscan a través del TISA imponer condiciones para el comercio mundial de
servicios que no han logrado establecer desde la OMC.
Forman parte
del acuerdo: EE.UU, la Unión Europea (en representación de 28 Estados),
Australia, Canadá, Taiwán, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein,
Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Turquía, la República de Corea y, en América
Latina, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, Chile, Uruguay y Paraguay.
Una de las características del acuerdo es su carácter
secreto. Esto habla de negociaciones que no habilitan el debate público, obran
en beneficio de los intereses de las empresas multinacionales y en perjuicio de
los ciudadanos y el interés público. No sólo se está negociando en el más
absoluto de los secretos sino que se pretende que el Tratado siga clasificado,
oculto al conocimiento público, durante otros cinco años, luego de que ya haya
entrado en vigor.