Hace 102 años, una huelga impulsada por el movimiento obrero derivó en un soviet de balleneros que puso en aprietos a la ocupación ilegal británica sobre las Islas Georgias.
En aquel entonces la Compañía Argentina de Pesca (CAP) había instalado una estación ballenera en la Isla Georgia del Sur, hasta ese momento deshabitada, siendo así el primer asentamiento humano permanente en la zona.
Las grandes ganancias que generaba la estación, llamaron la atención del imperio britanico, el cual llegaría montado en un crucero de guerra y tomarían la zona a punta de cañones.
Si bien con la llegada del imperio, diferentes empresas extranjeras ingresaron a las islas, la Argentina continuó aportando trabajadores a la CAP y a otras compañías, siendo también el principal proveedor de alimentos.
El estallido de la revolución rusa en 1917, alentaba a los trabajadores a la organización para el derrocamiento del capitalismo y para 1919, el movimiento obrero argentino ya había adquirido un enorme peso a nivel nacional, organizando huelgas, protestas y acciones contra la explotación del capital.
Si bien la CAP poseía ciertas ventajas que volvían más tolerable el aislamiento de los trabajadores, la explotación laboral era cada día más intensa.
En este contexto, un grupo de 36 trabajadores, en su mayoría de origen ruso, eran contratados en la Ciudad de Buenos Aires por la Compañía Argentina de Pesca para trabajar en la actividad de la isla.
Este grupo dio inicio el 11 de enero de 1920 en la Isla Georgia del Sur, una huelga obrera que logró sumar a más de doscientos compañeros de diferentes compañías balleneras y presentaron sus demandas: mejores condiciones de trabajo, salarios pagados en pesos argentinos, al igual que las horas extras y jornada laboral de ocho horas.
Frente a la negativa de los reclamos, los obreros en huelga destruyeron maquinaria y amenazaron con atacar a las autoridades de ocupación británica, quienes habían enviado un barco arponero a las islas y solicitado un buque de guerra que detenga a los huelguistas.
En continuidad, los trabajadores autodenominados “bolcheviques” tomaron la definición de formar un gobierno soviético bajo la consigna «¡trabajadores balleneros del mundo, únanse!.
El 17 de enero llegó el crucero británico HMS Dartmouth desde las Islas Malvinas. Los obreros presentaron resistencia pero fueron reprimidos y el imperio se restableció en la isla. Dieciséis de los líderes fueron expulsados en dos barcos arponeros a Buenos Aires.
Si bien, la huelga tuvo que detenerse, el movimiento obrero seguiría combatiendo y se mismo año, al sur de la Argentina, se daría inicio a una de las huelgas más importantes de la historia argentina como también de la región: las huelgas patagónicas, que marcarían un antes y un después en la historia de la lucha sindical.