El dirigente de la Confederación de Trabajadores del Sector Público y Privado (CTSP) de Haití, organización integrante de CLATE, se refirió a la nueva ola de protestas que vive el país, luego de la decisión del gobierno de aumentar los precios de los combustibles. La población pide la renuncia del primer ministro Ariel Henry.

La crisis política, social y económica que vive Haití se intensificó la semana pasada cuando el gobierno, encabezado por el primer ministro Ariel Henry, duplicó el precio de la gasolina y aumentó casi el 90 por ciento el del diésel, lo que desató multitudinarias manifetaciones en todo el país.

“El gobierno haitiano, por la presión del Fondo Monetario Internacional, ha eliminado la subvención estatal de la gasolina, producto estratégico y transversal, y ha aumentado su precio dos veces en un año”, explicó Laurenel Louis.

“La primera vez fue en diciembre del año 2021, cuando subió el galón de la gasolina a 250 gourdas (cerca de 2 dólares). Desde hace casi tres meses, la situación es aún más crítica. El gobierno ha provocado una escasez de este producto esencial, con el fin de eliminar la subvención y vender el galón de la gasolina hasta 570 gourdas (unos 4,85 dólares) y el galón de diesel hasta 630 gourdas (unos 5,30 dólares)”, informó el dirigente.

Louis afirmó que “la población no acepta esta decisión oficial del gobierno y pide la renuncia sin condición del gobierno”. Y agregó: “Hay un levantamiento general de la población en todo el país. Hay escenas de saqueo. Hay represión de la policía. Hay muchos muertos. La población está en la calle todos los días”.

Por último, aclaró que “ya no es una cuestión de gasolina: la única reivindicación es la renuncia de Ariel Henry, jefe de gobierno”.