Ante la crisis hídrica que afecta el país y la falta de información por parte del gobierno, las organizaciones sindicales del Uruguay, agrupadas en el PIT-CNT, convocan a una movilización masiva para el próximo 31 de mayo en defensa del agua. La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), la Unión Ferroviaria (UF) y la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM), integrantes de CLATE, estarán presentes en la convocatoria.

Desde hace más de dos semanas, casi dos millones de uruguayos -de una población total de 3,4 millones- tienen que consumir agua salada que sale de los grifos o comprar agua embotellada. “El agua no es potable, (pero) es bebible”, dijo a la prensa el ministro de Ambiente, Robert Bouvier.

La razón detrás de la mayor salinidad en el agua que llega a las casas de los uruguayos es la escasez en dos embalses del río Santa Lucía, que abastece al 60% de la población.

La insuficiencia del líquido ha obligado a las autoridades a usar agua de una zona del Santa Lucía cercana al Río de la Plata, que registra una salinidad mayor, con lo cual los niveles de sodio se han elevado.

Para el PIT-CNT, se necesitan soluciones estructurales a corto plazo y brindar respuestas a la población con absoluta transparencia, no solamente sobre la situación actual sino también sobre cuáles son los escenarios futuros posibles, en el corto plazo, a partir de los próximos 20 o 30 días.

«El estado de situación no solo puede adjudicarse a la sequía, sino que tiene un claro componente de mala gestión, agravada por la desinversión y la falta de presupuesto, llegando a una situación en la que la mitad del agua potable que llega a la red se desperdicia», afirmó la central uruguaya mediante un comunicado.

«Esta situación es parte de un modelo productivo nocivo para los intereses de la ciudadanía, por el cual los recursos naturales no se protegen y se utilizan en función de los intereses del capital agroexportador, en detrimento de las grandes mayorías nacionales», agrega el PIT-CNT.

Y concluye: «Mientras se profundice este modelo de la desigualdad, que se basa en retirar al Estado de los asuntos públicos, desmantelar las empresas públicas y privilegiar el negocio privado por encima de los intereses y los derechos de la población, esta situación se perpetuará».

Por su parte, la Unión Ferroviaria (UF) presentó dos propuestas al directorio de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), «para ayudar a paliar el escenario que, de no llover en el corto plazo, pasará de preocupante a dramático».

La primera propuesta, que ya fue aprobada, tiene que ver con la evaluación y potencial apertura a la población de un pozo perforado existente en el predio de Talleres de Peñarol.

«Es un pozo que hace mucho no se usa y que mantenía las calderas de los talleres ferroviarios y para prevención de incendios. Parece que hay una buena cantidad de agua. Ya se llevaron las muestras de agua para analizar su calidad», informó el presidente de la UF, Washington Sánchez.

La segunda propuesta del gremio ferroviario es que las autoridades evaluen adquirir contenedores isotanques para traer agua en trenes desde la linea Río Branco. «Cada convoy podría traer más de medio millón de litros de agua por corrida», destacó el comunicado de la UF.

«Estas son propuestas elevadas a las autoridades para que el tren esté al servicio del pueblo. Tenemos bien claro que no todos pueden comprar agua embotellada. En el caso de Uruguay resulta inadmisible la falta de agua, ya que estamos parados arriba del Acuífero Guaraní, pero lo controla el capital transnacional», afirmó Sánchez.